
La costumbre sociocultural de que el hombre sea el proveedor, generalmente ocasiona una serie de conflictos cuando la mujer es quien aporta más dinero para los gastos del hogar.
¿Cuáles son las principales reacciones, problemas y soluciones para este tema?
Para muchos, los aspectos relacionados con el dinero resultan incómodos y molestos de abordar en una conversación. Esto se advierte aun más cuando las diferencias en la remuneración mensual son sustanciales y, sobre todo, cuando es la mujer quien aporta más dinero al hogar.
Tradicionalmente, hemos asumido que vivimos en una sociedad machista que aun acepta las desigualdades en el sueldo de un hombre y una mujer, cuyo trabajo, experiencia previa y capacitaciones son las mismas. Sin justificación, muchas empresas remuneran mejor a los varones, ante las mismas circunstancias laborales.
ELLA APORTA MAS
A la diferencia de sueldos se suma que, generalmente, es el hombre quien obtiene mayores ascensos en el trabajo, aunque exista una mujer igualmente preparada. Hay que reconocer que la situación ha ido cambiando, pero aun no se logra la igualdad de géneros en la mayoría de las empresas. Y cuando ocurre, los varones tienden a comparar sus capacidades y logros o a incomodarse ante la superioridad femenina.
En general, lo anterior es aun más perturbador para los hombres si se da al interior del núcleo familiar. A juicio de los especialistas, “la reacción masculina no siempre es la misma; sin embargo, algunos tienden a cuestionar el trabajo de ellas mujeres cuando estas ganan mas que ellos. Les molestan las llamadas laborales por celular fuera de horario, ven descuido en la crianza de los hijos, reclaman por el funcionamiento de la casa, entre otros aspectos.
El hombre puede sentirse inseguro y poco competente. En una cultura patriarcal y machista, es el hombre quien debe ser el principal sostenedor del hogar, lo que lo acredita como jefe del grupo. Si gana menos, puede afectar su autoestima, la sensación de su propio valer, incluso en casos extremos puede afectar su funcionamiento sexual. Además, podría presentar reacciones depresivas si el varón se esfuerza por superar sus ingresos, mejorar en su trabajo o buscar otras opciones sin lograr resultados.
Como los ejemplos y reacciones dan para mucho, también se podía presentar el caso de un hombre cómodo, flojo, sin mayores aspiraciones, que no tenga inconvenientes en que su mujer gane mas y, al contrario, vea este cambio como una oportunidad para aprovecharse, esforzarse aun menos y aparentar mejoras económicas sin realmente aportar en ello.
CAMBIOS EN LA CHEQUERA FAMILIAR
Cuando las mujeres reciben un sueldo, independiente de la cantidad y de si es mayor o menor al de su pareja, normalmente se sienten contentas, útiles, capaces y realizadas. “la reacción de cada una en relación a la cantidad de dinero es personal y puede implicar que se exacerbe la impresión de poder y control sobre la propia vida y que esto le otorgue una sensación de mayor libertad en sus decisiones.”
Por otro lado, cuando el cambio se produce repentinamente o se trata de una situación que ocurre después de que se inicio la relación, para ambos significa un nuevo escenario, con coordinaciones diferentes y valoraciones espontaneas entre ellos y su entorno, que irán mutando a medida que avanza el tiempo.
En todos los casos, los especialistas recomiendan hablar del tema, poniendo límites y preferencias, organizando la manera de tomar decisiones y defendiéndolas en conjunto, como equipo. En una pareja o matrimonio, el peso no debiera ser ejercido por el que gana más, sino que en las prioridades definidas por ambos, en base a las que consideran relevantes para crecer como ´pareja.
TODO POR EL VIL DINERO
Para algunos hombres, que su mujer gane mas que el es motivo de alegría y beneficios para el proyecto en común, sin afectar su autoestima o la manera de plantarse frente a la relación. Otros se muestran reticentes, sienten que su condición de macho proveedor se ve menoscabada y manifiestan abiertamente que preferirían la situación opuesta.
Pese a que otros varones frente a la superioridad femenina se muestran herméticos y no logran encontrar la forma de reaccionar, cambian radicalmente su conducta, siendo más exigentes con su mujer en las labores hogareñas, irritables e incómodas en relación con el dinero.
También puede ser que las mujeres experimenten los cambios de conducta, sintiéndose mal porque obtienen mayores recursos que sus parejas, prefiriendo la situación considerada como “tradicional”. Otras trataran de mostrar y demostrar que tienen superioridad económica, imponiendo sus decisiones al interior del núcleo familiar.
VARIABLES EN LAS DISTINTAS REACCIONES
Para los especialistas en terapia de pareja la manera en que la pareja establece una formula de relación esta directamente vinculada tanto al nivel cultural y educacional, como a los prejuicios sociales. Una pareja conformada por profesionales, donde queda establecido que ambos trabajaran para mantener a la familia, se maneja con una cultura distinta a la que tendría un matrimonio donde ambos han decidido que uno de los dos permanezca en la casa para el cuidado de los niños.
Como y cuanto afecte a un hombre el hecho de que su pareja gane mas que el depende de su construcción personal y del ideal de relación que mantenga en sus expectativas. Algunos de los problemas podrían vincularse con el desarrollo de la sensación de abandono, miedo a perder sus parejas, sentimientos de envidia, vergüenza, sensación de amenaza en su papel histórico de proveedor, entre otros. También las reacciones frente a este hecho tienen que ver con el nivel educacional, que supone que, a mayor capacitación, mayor también es el sueldo, pero además, a las características de personalidad de cada uno, dentro de las que destacan la motivación por obtener logros, tolerancia, ambición, paciencia, sacrificio o esfuerzo en el trabajo, entre muchas otras.
Hay que agregar que son importantes, también, las variables ligadas a la relación de pareja, es decir, si se equiparan las tareas del trabajo y las del hogar (el hombre gana menos, peros se hace cargo de muchas labores de la casa y del cuidado de lo niños); satisfacción en las relaciones sexuales para ambos, riqueza en la vida en común y lo mas importante, el amor y el respeto que se tengan.
NO HERIR SUSCEPTIBILIDADES
Lo cierto es que en la sociedad actual, mientras para la mujer la mayor realización debería ser proporcionada por la maternidad y para el hombre por el trabajo, inevitablemente el cambio en esta idea preconcebida se esta notando cada vez mas. Así también lo referente al aporte de recursos al interior del hogar, como una posibilidad cada vez más latente.
De todas formas, los especialistas apuntan a que “este debería ser un tema considerado como privado y natural, que no debe evitarse, pero tampoco ventilar fuera del ámbito de la pareja, ya que ahí se puede estar hiriendo susceptibilidades”.