
Provienen de paÃses distintos y, por ende, tienen, desde sus orÃgenes, formas particulares de enfrentar la vida. Llegar a un punto medio en la solución de los problemas y avanzar aceptando las diferencias, parece ser la clave de estas parejas.
Diferentes idiomas, creencias, religiones o formas de vida pueden ser el mayor obstáculo para hombres y mujeres que encontraron el amor en el momento más inesperado. Se trata de parejas biculturales, cuyas cunas han estado situadas a kilómetros de distancia, pero que, en algún minuto de sus vidas, se encontraron, debiendo superar una serie de conflictos adicionales en la relación.
Según Ricardo Cariaga, director de la Organización para la Familia Vivir en Pareja, “las investigaciones muestran que las relaciones formadas por personas de culturas distintas, presentan mayores probabilidades de tener conflictos y, por supuesto, terminar en divorcio. Mientras más cosas haya que superar, mayor es el riesgo al fracaso, aunque el amor puede sortear muchas dificultadesâ€.
Respeto como punto de partida
Ricardo Cariaga agrega que, al igual que en todos los casos, el respeto es una necesidad fundamental. “A pesar de que tengan importantes diferencias y desacuerdos, pueden demostrarse respeto el uno al otro no descalificando las creencias de cada uno, sino que validándolas como un punto de vista diferente. No se puede tener una buena relación sin un respeto básicoâ€.
La idea es que las parejas puedan discutir fomentando su propia intimidad. La capacidad para manejar bien esas diferencias tiene mucho que ver con la habilidad para comunicarse, para disfrutar el uno del otro como amigos y asà evitar que esta clase de discrepancias desencadene puntos de conflicto.
“En la terapia de pareja les explicamos que la clave es no perder el foco, que está no en el acuerdo ni en la necesidad de imponer al otro un punto de vista determinado, sino que en aprender más acerca de lo que piensa tu parejaâ€, agrega el especialista.
Enriquecer la relación
La habilidad para hablar abiertamente sobre los temas en los que no se puede llegar a acuerdo es fundamental y conducirá a una mayor comprensión acerca de quién es cada uno. Este aspecto resultará siempre enriquecedor, tanto para el hombre y la mujer, como para su descendencia.
Además, Ricardo Cariaga explica que “conversar sobre estas cuestiones, con respeto, puede ser una experiencia muy Ãntima y definitivamente instructiva para llegar a acuerdos sobre temas prácticos. Es necesario tener una estructura de comunicación y solución de problemas, que les permita ser eficientes en el cumplimiento de la principal expectativa del matrimonio… ser felicesâ€.
El director de la Organización Vivir en Pareja nos cuenta que “a nuestra organización han asistido un número importante de parejas multiculturales que después de haber sufrido muchas dificultades han comprendido que es importante contar con las habilidades y herramientas de comunicación necesarias para mantener el respeto a la luz de las diferencias, además de tener suficiente seguridad personal sobre sus propias creencias, para no sentirse amenazados por la ausencia de un acuerdo, habilidades que por supuesto, se pueden aprenderâ€.Â