
Una palabra positiva, puede realmente convertir nuestro dÃa
en algo mágico y especial. ImagÃnese si éstas provienen de la persona que
queremos, de nuestro compañer@ de viaje. Sin embargo, muchas veces al
estar sumidos en la vorágine de la vida, solemos pasar por alto estas simples
acciones y dejamos los halagos postergados sólo para momentos especiales como
cumpleaños, aniversarios o en un afán de conquista.
Y si, además, tuviéramos clara conciencia de lo importante
que es recibir una palabra positiva, de seguro es que nos entrenarÃamos
más en ese tipo de tareas. La ciencia del lenguaje positivo, libro desarrollado por expertos en
neurociencia y lenguaje positivo, habla precisamente de esto y va más allá,
planteando “el poder de las palabras en nuestro cerebro y cómo determinan el
rumbo de nuestro pensamiento, nuestra actitud ante la vida e incluso nuestra
salud y longevidadâ€.
Reforzando lo anterior, especialistas señalan que las
palabras de cariño tienen un gran efecto ansiolÃtico y relajante, ya
que al recibirlas activarÃa la hormona oxitocina, también llamada la hormona
del amor y del placer. Una herramienta perfecta para ser usada como bálsamo
para facilitar una feliz vida en común.
Pero tan importante como decir halagos y cumplidos, es
recibirlos, ya que frases recÃprocas de afecto y ternura, fortalecerÃa la
relación y la ayudarÃa a ser más perdurable.
Claramente que, como todo en la vida, se espera que este
tipo de demostraciones sean equilibrados. Si bien es un instrumento que
ayuda a romper la rutina cotidiana y nos hace saber que contamos con esa otra
persona, es necesario no asfixiar la comunicación y en definitiva, hacerle
perder sentido a este tipo de expresiones.
Aún, cuando es gratificante recibir palabras bonitas, está de
más decir que estas demostraciones deben ser consecuentes con los
comportamientos. No tiene ningún sentido abocarnos a dar halagos y elogios,
si en el actuar cotidiano mantenemos un vÃnculo hostil o distante y se mantiene
una relación frÃa. En estos casos, mejor es enfocarse en la raÃz del problema o
consultar a un especialista, más que adornar la vida con afirmaciones bellas
dichas de vez en cuando.
Asà y todo, una frase linda puede ayudar a manejar y
superar los conflictos, neutralizar asperezas y permitir que la
comunicación vuelva a fluir. Por ello, es un buen consejo experimentar el
ejercicio de escoger el momento adecuado y la palabra precisa, para acercarnos
a la otra persona, luego que haber vivido un proceso difÃcil o una pelea. Nunca
está demás, decir Perdón o Creo en Ti y abrir el camino de la
comunicación y la reconciliación.
Y ¿cuáles son las mejores frases? Muchos expertos en terapia de pareja sugieren que es mejor expresar lo que uno
realmente siente y piensa y ser genuino más que recurrir a frases hechas y
copiadas de otros, poniendo el foco en la persona a la cual nos
dirigimos. A veces, sólo nos basta con un Te quiero o Te he extrañado,
dichos en el momento preciso y en forma auténtica, más que elaboraciones sin
sentido y que no forman parte de nuestra realidad y experiencia.