
No estar de acuerdo y discutir es parte de la vida normal en las relaciones. Pero a veces, basta haber pasado un mal día en el trabajo, habernos desvelado o estar hambrientos, para sobre reaccionar a ciertos hechos de mala manera. Sea cual sea el motivo, cuando estas desavenencias no terminan de buena manera y se da pie a malas palabras e insultos, podría haber un razonable enojo y resentimiento en la pareja.
Lo anterior habla de casos donde se han pasado los límites
del respeto que requiere una sana relación de a dos. Y cuándo esto sucede,
puede provocar un grave daño al vínculo, ya que generalmente las ofensas
provenientes de nuestros seres queridos suelen ser más dolorosas.
En este escenario se aconseja un tiempo de reposo,
calma y análisis y una frase de perdón con nuestr@ compañer@ y que cada
uno de los miembros, haga un análisis de los motivos que los llevaron al enojo,
la frustración y la pelea.
Para la psicóloga de la organización Vivir en Pareja, Carola
Campos, especialista en terapia de
pareja, para dar paso al perdón
se necesita un proceso integral, que implica analizar el error cometido,
compromiso y otro capaz de recibirlo.
“Por ello si vamos a pedir perdón debo entender los
siguientes puntos. Primero que pedir perdón es algo grande y lo debo poder
hacer pocas veces en mi vida, porque implica que herí a un otro, debiendo
hacerme cargo de la situación”, comenta la especialista.
En segundo término, agrega hacerlo con autenticidad. “Si
no siento ganas de pedir perdón, es mejor no hacerlo, ya que así no sanará la
relación, y probablemente será difícil entender “de que” debo pedir perdón”,
agrega.
En tercer lugar, el proceso conlleva un análisis de la
equivocación y responsabilidad. “Pedir perdón implica un compromiso de no
cometer el mismo error con la misma persona”, enfatiza.
En este proceso de perdón, es relevante considerar que el
perdonar no es olvidar la ofensa y hacer como si nunca hubiese pasado. Por
ello, la psicóloga señala que, al pedir perdón, no es pedirle al otro que
olvide. Se requiere de arrepentimiento y humildad para reconocer el error a
tiempo, indispensables para el proceso de la reconciliación.
Otro de los consejos entregados por la profesional, es
entender que en este proceso también hay un trabajo por parte del ofendido.
“Para poder pedir perdón debo visualizar que existe un otro que puede querer
perdonar, si no el perdón no se concretará. Y al cumplirse el perdón en ambos
roles, se logrará un fortalecimiento en pareja”, aclara.
Así el ofendido debe comprometerse a:
·
No recordarlo más en la comunicación de pareja.
·
Decidir avanzar en la relación: “porque quiero estar contigo”.
·
Decidir renovar la relación. Es un nuevo comienzo.
·
La nueva oportunidad es sin condiciones.